Hoy quiero hablarte de lo increíblemente parecidos que somos a los monos.

 

Mira.

He leído un artículo sobre porteo que acababa con esta frase:

«El ser humano es un mamífero que, al nacer, a diferencia de otros necesita ser cargado, y no hay ningún lugar mejor en el que pueda estar un bebé hasta que empieza a caminar que los brazos de mamá o papá».

 

Y acto seguido me he acordado de un peliculón.

‘Gorilas en la niebla’.

 

Puede ser que no te suene de nada porque es algo muy de mi generación.
 

La película cuenta la historia de Dian Fossey, una zoóloga que se dedicó al estudio de los gorilas en las montañas del Congo.

Lo alucinante de la película es ver cómo Dian consigue establecer una relación estrecha con estos gorilas que, por momentos, llegas a olvidar que son gorilas de tan humanos que son sus comportamientos.


O sería más bien al revés… De tan primates que son nuestros orígenes.

 

El caso es que los gorilas, los orangutanes, en definitiva, los grandes primates portean a sus crías durante mucho tiempo, a veces más de 4 años.

Y es que tanto sus bebés como los nuestros, nacen muy inmaduros, y necesitan cuidados constantes para sobrevivir. 

 

Por eso tu bebé reclama constantemente tus brazos. 

Porque para sentir que está a salvo necesita el calor, el contacto, el balanceo y saber que el alimento está cerca.
 

Igualito que los pequeños gorilas.

 

Además, ese piel con piel, no solo asegura su supervivencia, sino que sirve a tu bebé para aprender a relacionarse con los demás y crear vínculos más sanos con su entorno cuando crezca.

 

En definitiva.

El mejor lugar para un bebé antes de aprender a caminar son tus brazos o los del papá.

 

Y si tú no quieres quedarte sin brazos…

Lo mejor es que mires aquí y escojas tu portabebés cuanto antes



 

Mar

 

P.D. Si tienes la oportunidad de ver la película cuéntame, estoy segura de que te va a gustar.

Para hacer como los gorilas, que en proteger a sus crías no los gana nadie, mira aquí
 

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